El alma de Anfield Road
El fútbol en Inglaterra se vive de manera especial, eso es algo innegable, el deporte rey nació allí y ha evolucionado a travez del tiempo.
En buena medida, esta gran progresión del fútbol como deporte de masas se debe a las aficiones, que lo han transformado en algo más que un deporte, lo han convertido en una forma de vida.
Esto se multiplica cuando hablamos de un club en concreto, el Liverpool FC.
Los ‘reds’, como son conocidos en Inglaterra, son la hinchada más carismática del mundo, cuyo corazón es la grada sur de Anfield Road, el estadio de Liverpool, esa grada es conocida y admirada por todos los futboleros.
Esa grada se llama The Kop.
Los valores de esta grada son únicos, en The Kop se aplaude al portero y al equipo rival como si fuesen del Liverpool, se anima al Liverpool sea cual sea el resultado, nadie se va del estadio antes de que acabe el partido, ya que la afición forma parte del encuentro.
Se puede llevar todo tipo de banderas salvo la de Inglaterra, están prohibidos los cánticos racistas, nunca se insulta a otra hinchada salvo si es la del Manchester United y nunca se compra el periodico The Sun.
El propósito exclusivo de The Kop es llevar a su equipo en sus alas hacia la victoria, dejando la violencia a un lado, de manera que se crea una cultura de fútbol inaudita en el deporte mundial.
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| Este fondo fue bautizado como The Spion Kop. |
En 1906 Ernest Edwards, editor del Liverpool Echo, un periódico local, se interesó por la construcción del estadio del Liverpool y quedó impresionado con la perspectiva del terreno de juego que se tenía desde la grada sur, de tal manera que le recordó a la ladera de una colina situada en Sudáfrica.
En este monte, la colina Spion, se produjo una batalla en enero de 1900 entre las tropas del batallón de fusileros de Lancashire y los Boers.
El batallón fue aniquilado, 3.000 valientes de Liverpool nunca volvieron a orillas del Merseyside.
Colina en afrikaneer se traduce como “kop” y en honor a estos soldados de Liverpool que tiñieron de rojo sangre las laderas de aquel monte, Edwards nombró a esa grada como The Spion Kop.
The Kop no tenía techo, estaba expuesta a las inclemencias meteorológicas y se mantuvo sin variaciones durante muchos años, los aficionados que tenían el valor de acudir a esta grada sur en días de lluvia sabían que podían salir de allí aquejando patologías de lo más diverso, de resfriados a pulmonías.
John McKenna, secretario del club por aquel entonces llegó a decir que cuando llovía, el hincha que acudía a The Kop “tenía que ser desesperadamente pobre o ser un fanático total del Liverpool“.
Sin embargo, en verano The Kop era todo un privilegio: visión impecable del césped y una proximidad inaudita con los jugadores, finalmente, en 1928, se decidió construir un techo y cubrir la totalidad del fondo, que podía acoger hasta 37.000 ‘reds’.
Anfield y la afición de Liverpool siempre han sido un ejemplo para el resto de hinchadas, y The Kop en especial.
En los días más lúgubres de la exitosa historia red, la década de los 50 cuando llegaron a descender a segunda división, The Kop seguía al pie del cañón, animando a su equipo y sin darle jamás la espalda.
Su esplendor llegó entre los 60 y los 70 en aquella época no podía entrar cualquiera en The Kop, las mujeres tenían la entrada prohibida. Esta grada sur tenía un aforo de 20000 personas, pero casi siempre había un mayor número de hinchas y apenas se podían mover. Tony Barret, escritor y periodista de Liverpool aseguraba que “no podías ir al baño, no podías moverte: enrollabas un periódico y hacias alli dentro. ¿Por qué crees que no entraban chicas?”.
Las avalanchas y el hacinamiento, que rozaban límites inhumanos, eran el pan de cada día, pero no quedaba otra opción que aguantar allí como fuese.
"Yo nunca llevaba una libra, ni reloj ni las llaves, antes de entrar me gastaba el último penique en la última pinta, si te desmayabas, cosa bastante probable dada la aglomeración, te sacaban por encima de la cabeza de la gente, cuando llegabas abajo, no tenías nada en los bolsillos, era la ley: el que se desmayaba pagaba una ronda”, Peter Sheldon.
Sin embargo, hubo momentos de crisis para The Kop, momentos en los que se perdió la esencia, la magia.
A finales de la década de los 70 y principios de los 80, el fondo sur de Anfield Road no era lo mismo, el embrión de esta decadencia se gestó en la temporada 1978-79, cuando el Liverpool solo encajó cuatro goles en Anfield, razón por la que muchos jóvenes que asistían a The Kop, habiendo conocido solo los éxitos de su equipo y no los fracasos, hicieron que el carácter de The Kop se perdiera paulatinamente.
Para que todo volviese a ser como antes se necesitaba un suceso de gran importancia que hiciese recapacitar a los kopites (como se les llama a los hinchas que habitan en The Kop) sobre su actuación en los últimos años.
Las tragedias de Heysel, en 1985, y especialmente Hillsborough, en 1989, donde fallecieron 96 aficionados ‘reds’, lograron que The Kop volviese a ser un símbolo.
Poco antes de la tragedia de Hillsborough, un suceso extraño azotó a The Kop.
En 1987 unos obreros se encontraban reforzando las columnas de este fondo sur de Anfield y localizaron un agujero de unos seis metros de profundidad en los cimientos de la grada. Esto resultó ser una cloaca victoriana de 1860 que obligó a que el Liverpool jugase sus tres primeros partidos como local de aquella temporada lejos de Anfield y que esa grada fuese demolida.
El último partido de la vieja The Kop, previo a su remodelación impuesta por el Informe Taylor para evitar tragedias similares a la de Hillsborough, fue el 30 de abril de 1994 frente al Norwich, cuando sonó el pitido final mucha gente se negaba a abandonar las gradas e incluso invadieron el campo.
Tras esta reestructuración, The Kop instaló asientos y el aforo se limitó a 12.390 personas, casi la mitad de las 20.000 que, a priori, entraban de pie antes de la remodelación.
Por cada asiento que hay ahora en el fondo sur de Anfield, se calcula que en los años 60 y 70 había tres ‘reds’.
Esta reforma ha conllevado una pequeña crisis en The Kop, que ha visto peligrar sus valores y su prestigio como grada.
La gota que colmó el vaso sucedió hace escasos años cuando un grupo de hinchas del Liverpool insultó a los aficionados del Girondins de Burdeos durante un partido por la Champions League, esto llevó a varios aficionados, con apoyo del club, a crear la campaña Reclaim The Kop, con la idea que el espíritu no se pierda y de recuperar esos valores que hicieron grande a esta grada.
Actualmente The Kop ha vuelto a sus orígenes, a ser aquella grada que encandila al mundo del fútbol.
Pese a que el club no pasa por su mejores días, el fondo sur de Anfield canta como nunca, respeta como siempre y apoya con lealtad a sus jugadores.
The Kop es una máquina de crear cánticos como ” The Fields of Anfield Road”, “Poor Scuser Tommy”, “We’ve won it five times”, todos ellos conocidos en el mundo del fútbol, el fondo sur de Anfield Road seguirá creando un ambiente mágico e inigualable a orillas de Merseyside, donde fútbol y música se unen, donde el fútbol es más que un simple deporte.
Cada vez que el Liverpool es local, Anfield no tiembla, late y su corazón vive en The Kop.
YNWA
@PDFLIVERPOOL11



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